Técnicas para entutorar tomates.
Una de las plantas más nobles para tener en nuestros huertos y plantaciones es, sin duda, la del tomate, dado los múltiples usos (sobre todo culinarios) que le damos a su fruto, de gran valor nutritivo, exquisito sabor y versatilidad, ya que es parte primordial en casi todas las recetas, tanto cocido como crudo. Sin embargo, esta planta originaria de Centroamérica tiene un complejo desarrollo y requiere de muchos cuidados, lo que genera una cosecha difícil para aquellos que no tienen mucha experiencia en la horticultura. Sin embargo, seas alguien experimentado o simplemente tengas curiosidad de tener tu propio sembradío, acá te daremos unos sencillos consejos para uno de los pasos más importantes a la hora del cultivo de tus tomates: el entutorado.
-. Para empezar ¿Qué es el entutorado?
El entutorado es una técnica agrícola practicada desde hace cientos de años. Se trata de la creación de una estructura para generar soporte para ciertas plantas durante su crecimiento, bien sea para guiar sus tallos o para facilitar el sostén de sus flores y frutos.
-. Sobre el entutorado de tomates.
Es importante saber, mucho antes de entutorar, que el tomate es una hortaliza con un ciclo de cultivo bastante complejo y con unos requerimientos vitales y nutricionales muy completos. Sin embargo, una vez que la planta ya está desarrollada y correctamente entutorada su cultivo se vuelve mucho más sencillo, pues tiende a crecer sana y bastante productiva. Para el óptimo desarrollo de nuestras plantas de tomate debemos proveerlas de riegos abundantes y sol directo. Es recomendable sembrarlos en semillero en los meses de marzo y abril, cubriendo cada semilla con medio centímetro de tierra aproximadamente, las regaremos inmediatamente y mantendremos la tierra húmeda hasta la aparición de los primeros brotes.
Una vez que las plántulas estén más o menos desarrolladas (cuando tengan al menos cuatro hojas) las trasplantaremos al lugar donde deseemos crear nuestro huerto. Es aquí cuando el proceso de entutorado cobra su vital importancia, pues de no hacerse el tomate crecería al ras del suelo, de esta manera se estropearía o seria presa fácil de las plagas rastreras. Además, al entutorarlo de manera vertical permitiremos que la planta se airee correctamente, nos ahorramos un espacio significante en nuestro huerto y facilitaremos el trabajo a la hora de la recogida.
-. Técnicas para entutorar tomates.
- Los tutores serán varas de madera (suele utilizarse el bambú, ya que una vez seco dura muchísimo tiempo y además da un toque de diseño a nuestro huerto) o metálicas (estas son menos preferibles, dado que el metal suele calentarse luego de una exposición prolongada a la luz solar, y esto podría maltratar nuestra planta). Los instalaremos unos quince o veinte días después del trasplante, sujetando cada tomatera a su tutor por debajo de cada rama floral pues esta es la zona que soporta todo el peso, las ataduras deben ser suaves para no maltratar las ramas y permitir su completa circulación interna y crecimiento. Este procedimiento es sumamente importante, pues sin el correcto soporte la planta no crecería adecuadamente y, por ende, no daría buenos tomates. No deberemos amarrarla nunca cuando el follaje este mojado, pues esto puede propiciar enfermedades.
Debemos recordar que el tomate es una planta bastante frágil, siempre debemos tratarla con sumo cuidado para evitar que se rompa. También es importante tener en cuenta la variedad del tipo de tomate que sembramos. Las variedades más altas (como el cherry) se beneficiarán de un tutor más alto, de dos metros aproximadamente, mientras que el tomate redondo podría tener un tutor de aproximadamente un metro.
El tomate no es una planta de naturaleza trepadora, sin el correcto tutoreo no tiende a crecer verticalmente, así que deberemos seguir atando cada rama al tutor durante todo el proceso de cultivo, mientras el tomate siga desarrollandose.
- Otra manera de entutorar tomates es utilizando un sistema similar al de espaldera. Para ello deberemos clavar los tutores en los extremos de las hileras o cada dos metros aproximadamente si estas son muy largas. Ataremos cuerdas finas de forma doble a cada tutor e iremos pasando cada tomatera entre las cuerdas conforme vayan creciendo. Este es un excelente método de entutorado que nos libera de tener que atar cada brote nuevo, ya que solo los pasaremos entre las cuerdas.
- Un sistema popular en los invernaderos es el de atar varias cuerdas a una viga que este sobre nuestros tomates. Luego se ira atando cada planta a dichas cuerdas a medida que van creciendo. También podríamos crear una estructura para dicho propósito, tomara algún tiempo, pero volverá la tarea mucho más cómoda, nos durara toda la vida y será reutilizable.
- Un sistema de cultivo cuando tenemos pocas plantas es el del vallado. Este es un sistema bastante sencillo, cómodo y rápido. Para ello instalaremos una malla de acero en varios soportes y plantaremos las tomateras a su lado. Mientras estas crezcan simplemente las iremos atando la malla. Al final de la cosecha esta estructura también puede guardarse para ser usada al año siguiente.
- Un sistema algo engorroso, pero igual de efectivo es el de crear una jaula alrededor de la planta. Dicha jaula debe tener un tamaño superior a la medida de crecimiento máximo de la planta, para que esta pueda desarrollarse cómodamente. Dicha jaula puede fabricarse con alambre o cañas flexibles, también podemos crear una estructura tipo pirámide de base cuadrada con las varas de bambú, amarrada con alambre o hilo. Una vez hecha la estructura tiene el mismo sistema que el vallado, pues mientras la planta vaya creciendo simplemente la iremos amarrando a las paredes de la jaula. Si bien este método implica el tiempo y la mano de obra a la hora de fabricar la jaula, también es una estructura eterna y podremos utilizarla para futuras cosechas.
En definitiva, elijamos la manera que elijamos, el entutorado es un proceso sumamente importante a la hora del desarrollo de nuestros tomates. Si eso lo sumamos a un riego constante y abundante luz solar, pronto tendremos una cosecha sana y abundante, digna del esfuerzo y el cariño que hemos puesto en nuestras agradecidas plantas.